La ventaja de la fibra es que está en la mayoría de las frutas, verduras y legumbres que comemos en nuestra vida diaria, pero no toda la fibra es igual, se pueden clasificar en dos tipos que tienen sus propias características, aunque ambas son muy buenas para la salud. La primera es la fibra soluble, la cual se disuelve en agua para formar un material gelatinoso en nuestro sistema digestivo que vuelve lento el vaciado gástrico, la difusión y la absorción de los nutrientes para retrasar el tránsito intestinal; por otro lado, la fibra insoluble, no modifica la absorción de los nutrientes, pero si acelera el movimiento de los residuos por el aparato digestivo y lo hace apropiado para la lucha contra el estreñimiento.

Las cantidades que debemos comer de fibra cada día pueden variar dependiendo de nuestra edad, los niños necesitan consumir alrededor de 5 gramos por día, un adulto medio necesita entre 25 y 36 gramos de fibra al día, mientras que los adultos mayores necesitan un poco menos, entre 21 y 30 gramos por día; pero es importante que en estos gramos se tenga una relación entre la fibra insoluble y soluble que consumimos, la cual debería ser aproximadamente de comer 3 veces más la insoluble que la soluble.