Nuestra historia con los nopales nace hace miles de años en la época prehispánica, varias civilizaciones mesoamericanas los encontraron y empezaron a comerlos y cultivarlos, con el tiempo, esta verdura fue ganando un gran significado religioso, alimenticio y espiritual en su vida diaria; pero su representación antigua más importante y valiosa es la que se relaciona con el escudo de la bandera, cuando en 1325 los aztecas siguieron la profecía del Dios Huitzilopochtli y fundaron la ciudad de Tenochtitlán en el lugar donde vieron a un águila devorando a una serpiente encima de un nopal. También existen muchos registros de que nuestros ancestros utilizaban esta planta con fines medicinales, por ejemplo, para curar quemaduras, sanar huesos rotos, para la infertilidad, amigdalitis y para contusiones e hinchazones, esto gracias a los nutrientes que más aporta como el calcio, hierro, proteínas, carbohidratos, ácido ascórbico, entre otros.